"Having as many people as possible like
you? That's how you become Mussolini"
Elvis Costello, Mojo 238
La cosa tenía un punto de provocación.
Juntar a un veterano artesano de la canción con una banda de hip-hop
que dedica buena parte de su tiempo a ganarse las habichuelas en un
programa de televisión. A primera vista, un disparate. La clase de
locuras que tanto gustan a Elvis Costello. Y a The Roots,
por qué no decirlo. Si algo se han ganado estos dos durante sus años
sobre el escenario es su fama de mutantes, camaleones que tan pronto
facturan la canción redonda como reflotan un single descatalogado de
1962. Su conocimiento enciclopédico de la música popular les avala.
Y su escaso miedo ante lo desconocido. En una época de pasos firmes
y riesgos, “los justos, señor, que el horno no está para bollos”,
alegra ver cómo algunos siguen moviéndose por el simple afán de
indagar. Lanzarse al agua sin temor a lo que pueda pasar.
El resultado de semejante hazaña lleva
por nombre Wise Up Ghost y culmina una amistad musical que
comenzó hace cuatro años en el plató de Jimmy Fallon. Allí,
en los estudios que la cadena CBS tiene en pleno corazón de Nueva
York, surgió la chispa. Una relación imposible, a nivel
superficial. Ya saben. Por un lado, un músico que ha visitado todas
las facetas del pop, desde la primitiva new-wave hasta sus
recientes coqueteos con la música de raíz americana. Por el otro,
un representante del guetto que lleva el groove en el
cuerpo desde su más tierna infancia. El blanco y el negro. La noche
y el día. Y, sin embargo, la admiración mutua ha terminado por
atraer estos dos polos opuestos.
Claro que The Roots no se
amoldan a lo que alguien esperaría de un grupo de hip-hop. Desde que
iniciaran su andadura televisiva como banda residente en el Late
Night Show de Jimmy Fallon les hemos podido ver
interpretando reggae, haciendo versiones de Springsteen o
atendiendo a la petición de un miembro del público interesado en
que el combo emulara el último éxito de Daft Punk. Nada se
le resiste a Questlove y los suyos, una banda moldeable,
jukebox inagotable capaz de estampar su sello a pesar de
encontrarse a miles de kilómetros de sus habituales parámetros
musicales. Su espíritu voluble recuerda al de las viejas bandas de
estudio que servían de acompañamiento a las grabaciones de Stax
o Motown. Mercenarios de la canción siempre al servicio de lo
que pida el hombre que está al frente.
Por suerte para ellos, Costello es
hombre de pocos lujos. En vez de intentar llevar a The Roots a su
terreno, el británico ha preferido dejarse empapar por el funk-soul
de trazo grueso de los neoyorquinos. De hecho, la idea inicial era
releer el catálogo de Costello desde una perspectiva negra. Un
proyecto abandonado a las pocas semanas en beneficio de una nueva
colección de composiciones en las que el groove eléctrico y
los teclados seductores ejercen de telón de fondo.
En Wise Up Ghost encontramos al
de Liverpool esquivando balas mientras traza una radiografía de la
decadencia actual. Un Costello que recuerda en esta ocasión al
Stevie Wonder de principios de los setenta, cuando no a un
Curtis Mayfield cantando desde las aceras de Brooklyn.
Espíritu blaixplotation en el horizonte. Claro que en vez de dibujar
gangsters de cartón y balas de fogueo, el cantante da en la llaga
con su habitual elegancia, mientras deja que The Roots pongan el
color a este fresco urbanita.
Al final, hay que reconocerlo, son
estos últimos los que ganan la batalla conduciendo al inglés por
cruces en los que el neo-soul y el funk abigarrado amagan con sacar
de sus casillas la voz de Costello. Este, lejos de amedrentarse,
recoge el guante y echa el resto. Que nadie le acuse de no haber
aceptado la apuesta. Hasta se atreve con un dueto con la cantante
angelina La Marisoul en Cinco Minutos con Vos, canción que
relata la historia de una chica de Montevideo y su padre perseguido
por la dictadura argentina.
Ahora que se cumplen treinta años de
la edición de Shipbuilding, alegato contra las guerras de las
Malvinas incluido en Punch the Clock, conviene recordar que
buena parte del crédito que Costello atesora se debe a su falta de
complejos a la hora de enfrentarse a todo y todos. Listas de éxitos,
programas de televisión bajo su propia firma, discos con los más
variopintos músicos, el hombre de las gafas de pasta puede presumir
de tener el currículo más extenso y diverso del universo musical
actual. Una trayectoria que, lejos de nacer de una premeditada
campaña de marketing, se ha ido construyendo paso a paso, con la
sabiduría que dan los años. Y con el espíritu temerario de aquel
que sabe que la peor derrota es no intentarlo. ¿Cuál será el
próximo paso? God (AKA Elvis) only knows.
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