Cuando el joven Reno Bo decidió
completar el trayecto que separa Nueva York de Nashville, el maletero
de su coche ya rebosaba canciones y experiencias. Lecciones
aprendidas en la Gran Manzana que completaban una hoja de servicios
en la que destacaban varios de los nombres que habían agitado la
escena garajera de la ciudad. Albert Hammond Jr., el más talentoso
de los Strokes, y The Mooney Suzuki, formación en la que también
había militado otro miembro del exitoso cuarteto neoyorquino, ya
habían tenido la oportunidad de tantear sus habilidades fichándole para varias de sus giras. Por
desgracia The Fame, la banda que el propio Bo había liderado a
mediados de la pasada década, era historia. Sin embargo, su rock
barnizado de melodías extraídas de la FM americana seguía marcando
la banda sonora que salía del salpicadero del coche de Reno.
Escuchando las seis canciones que
completan Get On The Beat, la primera y única referencia que editó The Fame, uno recibe los ecos de un tiempo pasado, aquellos
lugares cosidos a la biografía musical de unos cuantos. La
California soleada de Tom Petty, el Nueva York de los Ramones y
Blondie. Estampas de carretera a las que Bo, lejos de abandonar en la
cuneta, ha ido sumando nuevas fotografías. Hablamos del gusto
melódico de Alex Chilton y sus Big Star. También del pop
multidireccional de los Beatles y su White Album. Hablamos de todo
aquello capaz de pulir una canción hasta convertirla en algo redondo
y radiable.
Algo que a muchos echará para atrás
de primeras. Sí, puede que por el camino hayamos perdido a un
rockero afilado y brioso, uno de esos guitarristas capaces de poner
todo patas arriba. Sin embargo, con el cambio hemos terminado ganando
un compositor de pluma fina y estilizada. Un escritor de canciones
que reparte sus esfuerzos entre el brillo rock y esos medios tiempos
que, lejos de suavizar la mezcla, mantienen el pulso. Incluso se
atreve con la balada acústica como en aquella Baby, You're Not Feeling
Me Tonight que partía en dos su estreno discográfico.
Publicado en 2010, Happiness and Other
Things lucía como la carta de presentación de un joven músico que
había dedicado su tiempo entre gira y gira a estudiar el mapa de
carreteras del rock norteamericano, con especial predilección por
los sonidos de nuestros padres. Sin naftalina, con pasión, más como
la constatación de que hay ciertas melodías que nunca pasarán de
moda. Tampoco caduca esa estética sixties, puro homenaje al Sgt.
Pepper's beatliano, que reina en la portada. Allí Reno Bo aparece
como único miembro de su propia banda, responsable último de ese
sonido jubiloso, mezcla perfecta entre la energía rock y la
delicadeza pop.
Algo en lo que insiste en Lessons From
A Shooting Star, su recién publicado segundo trabajo. Y es que, si
alguna funciona, ¿para qué cambiarlo? No esperen grandes sorpresas
en la nueva colección de Reno Bo. Por suerte. Hay ciertos trucos que
siempre dan resultado. Como abrir un disco con una perla
power-pop del calibre de Sweetheart Deal, que podría haber figurado
como descarte del Damn The Torpedoes de nuestro adorado Tom Petty.
Igual de efectiva luce How Do You Do, el single, el golpe sencillo y
dulce que nos obliga a recuperar de la estantería los discos de los
mayormente olvidados Fountains Of Wayne. Completa el trio inicial una
Just Say Go de título rodado y guitarras en primer plano, que anima
a coger el petate y lanzarse cuesta abajo “just beyond the
horizon”, siguiendo la estela de aquella American Girl que Petty
despedía en Sunset Boulevard.
Es inútil negarlo. Los surcos dejados
por el líder de los Heartbreakers sirven de guía para muchas de las melodías
firmadas por Reno Bo. Sin embargo, un compositor, al menos uno que
aspire a firmar un cancionero propio, también se define por los
desvíos que toma de la autopista principal. Strange Maps, nudo
central de la colección, tiene espíritu de road movie, de canción
biográfica en la que el protagonista traza su mapa de carreteras
mientras elige un camino por el que huir. “Another turn of the
wheel, It's hard to know where they've led”. No es de extrañar que
Bo escogiera como cara B del sencillo una versión de Grateful Dead,
acaso la banda más conocedora del laberinto geográfico
norteamericano.
Más cercana suena su relectura de Have
You Seen Her Face, el clásico de los Byrds que acompaña a The
Brighter Side en la edición siete pulgadas. O Sleeping Sun, que
recupera los ecos nuevaoleros de The Fame. Por desgracia ambas
palidecen ante And I Know She Did, una de esas canciones que suelen
pasar desapercibidas a la primera escucha, pero que terminan por
vencer gracias a su candidez infecciosa. Una victoria refrendada por Lessons from a
Shooting Star, la confirmación de que el neoyorquino afincado en
Nashville es capaz de asumir riesgos, salirse de las vías clásicas
que dirigen sus canciones y pisar el acelerador del rock
sudoroso y oxidado. Allí, con la ventanilla bajada y la radio silbando, Reno Bo apartada la mirada del retrovisor y aprende a trazar una ruta personal. Ya saben, hay lecciones que hay que descubrir
por uno mismo.
lll
lll
Wow, que pasada. Con todo lo que cuentas, ya me entran ganas de escucharme el album entero de un tirón cual birra al mediodía en agosto, je,je. Gracias por esta semblanza del nuevo trabajo de Reno.
ResponderEliminarSaludos!
Gracias! La verdad es que el disco es una joyita, recoge cosas que ya hemos oído una y mil veces, pero lo hace con mucho gusto. Power-pop vieja escuela para escuchar con la ventanilla bajada.
ResponderEliminarSaludos.